La Escuela de los Ángeles

"Si eres de los que piensan que para convertirse en ángel solo hace falta llegar al cielo y que te salgan alitas, lamento decirte que no es así. La cosa no es tan sencilla como creías"... Con estas palabras comienza este divertido relato para niños en el que el escritor cubano Antonio Orlando Rodríguez rinde homenaje a los ángeles: "esos personajes alados que acompañan a la humanidad –y, especialmente, a la infancia– con ánimo protector, desde tiempos muy antiguos".

Descubre cómo es la Escuela de los Ángeles, situada en el reino celestial, "en la primera nube, a mano derecha". Entérate de las clases que reciben sus estudiantes, de las travesuras que hacen a escondidas de los profesores y de lo que ocurre cuando por fin reciben su anhelado diploma... Esta encantadora ficción, ilustrada por Alexis Lago, baja a los ángeles de los altares y los pone a jugar, como niños pícaros y traviesos, en el espacio familiar y cercano de la escuela.

"Desde niño me enseñó mi madre que detrás de mis pasos iba un ángel, un ángel que me guardaba día y noche. Y le creí, aunque no por aquella intangible compañía fui necesariamente menos travieso. Hoy, tantos años después, vuelvo a encontrarme con mi ángel guardián, algo diferente, tal vez otro ángel, más divertido y conversador. Claro, es un ángel especial, graduado en las aulas de la imaginación de Antonio Orlando Rodríguez. Es un ángel hecho de un espejo de agua, lo ha soñado el ilustrador Alexis Lago, mientras Antonio lo hace saltar de nube en nube, de tarea en tarea, de la mata de mangos, al baño de agua fría y, finalmente, al aire de los ángeles. Así debería ser siempre, un poco de disciplina, otro poco de diversión y una pizca de fantasía. Y, para que no se nos olvide, recomiendo un breve y placentero curso en La escuela de los ángeles".

–Eddy Díaz Souza.