"Un tipo ahí", "Las alimañas melancólicas", "Hipocampos", "Libertad, I love you", "Pierrot, Pierrot"... Quince relatos en los que se entremezclan humor negro y absurdo para brindarnos un mundo fantasioso y desconcertante, donde una máquina de escribir que devora a un hombre o un cadáver que se pasea entre los asistentes a su propio velorio son hechos cotidianos aceptados como enteramente naturales.
Por sus temas, su voluntad transgresora y sus búsquedas formales, este libro ha sido considerado por la crítica como uno de los títulos más sobresalientes de la narrativa cubana de la década de los años 1980. Strip-tease, que incluye ilustraciones del destacado artista plástico cubano Roberto Fabelo, es hoy día una auténtica rareza bibliográfica, ya que el autor no ha querido reeditar la obra.
"Antonio Orlando Rodríguez se desmarcó radicalmente de las tendencias formales y temáticas que, sin ser las únicas, eran las que entonces dominaban en la narrativa cubana".
–Carlos Espinosa Domínguez, Encuentro en la Red.
"Una de las publicaciones más interesantes de los últimos tiempos en Cuba. Estos Cuentos de mal humor son una pieza que viene a marcar un momento crucial en cierto género de la literatura cubana que por años permaneció durmiendo en un rincón oscuro: el género fantástico".
–Alberto Serret, La gaceta de Cuba, La Habana.
“Strip-tease, insertado en la corriente del absurdo, reveló a un narrador de grandes posibilidades, para quien la realidad es un campo abierto a las más diversas especulaciones de la imaginación, de las que Antonio Orlando selecciona insólitas aristas que contribuyen a iluminar los senderos que conducen a la realidad-otra, a esa cuarta dimensión tan buscada por los auténticos narradores”.
–Eduardo Heras León, Revolución y Cultura, La Habana.
"Las páginas de este volumen, con los diferentes matices del humor, valiéndose del grotesco y haciendo gala de la más desbordante fantasía, vuelven sobre el eterno e inagotable tema de los sentimientos humanos, digamos, para ser más exactos, con una perspectiva crítica implacable."
–Madeline Cámara, Revolución y Cultura, La Habana.
"Aquí el humor negro y el absurdo, la sátira y la fantasía, se unen para ofrecer una imagen distinta del ser humano y del mundo. Cuentos que, ante los ojos atónitos del lector, quedan, en el momento menos esperado, desnudos entre líneas."
–Fernando Rodríguez Sosa, Bohemia, La Habana.
“Antonio Orlando Rodríguez abandona –por ahora– el ring de los cuentos para niños y la emprende contra la adulta absurdidad –los ritos de la creación artística, del espectáculo, de los funerales, de los sentimientos enlatados (sic), las alimañas melancólicas (ídem); vira de revés (y al revés) una historia, párrafos, palabras, inserta fragmentos de pentagramas– en aras de una normal normalidad”.
–Salvador Redonet Cook, El Caimán Barbudo, La Habana.